Las funciones de la imagen Aumont
¿Para qué se utiliza la imagen?
Toda imagen es creada o traducida con un sentido y una finalidad, por esto existe una distinción entre grandes categorías: las "funciones" de la imagen son las mismas que fueron también las de todas las producciones propiamente humanas en el curso de la historia, que pretendían establecer una relación con el mundo. Sin intenciones de exhaustividad, hay documentados tres modos principales de esta relación, en estos tres modos se puede evidenciar la necesidad del ser humano de darle alguna explicación lógica de la creación de la imagen, las tres categorías son:
a) El modo simbólico: las imágenes sirvieron sin duda primero, esencialmente, como símbolos, símbolos religiosos más exactamente, que, se suponía, daban acceso a la esfera de lo sagrado mediante la manifestación más o menos directa de una presencia divina. Sin remontarnos hasta la prehistoria, las primeras esculturas griegas arcaicas eran ídolos, producidos y venerados como manifestaciones sensibles de la divinidad (aunque esta manifestación sea parcial e inconmensurable con respecto a la divinidad misma). A decir verdad, los ejemplos aquí son casi innumerables, por lo copiosa y actual que es todavía la imaginería religiosa, figurativa o no: algunas de las imágenes representan en ella divinidades (Zeus, Buda o Cristo), y otras tienen un valor puramente simbólico (la cruz cristiana, la esvástica hindú). Los simbolismos no son solamente religiosos, y la función simbólica de las imágenes ha sobrevivido ampliamente a la laicización de las sociedades occidentales, aunque sea sólo para transmitir los nuevos valores (la Democracia, el Progreso, la Libertad, etc.) ligados a las nuevas formas políticas. Hay además muchos otros simbolismos que no tienen, ninguno de ellos, un área de validez tan importante.
El valor simbólico muchas veces puede llegar a convertirse realmente en un valor sentimental para un individuo o un grupo de personas, sentirse identificado con otras personas, movimientos y/o comunidades es algo que pasa en casi todos los seres humanos, por lo general todos los grupos sociales se identifican con imágenes que adquieren un valor sentimental y sobre todo simbólico.
b) El modo epistémico: la imagen aporta informaciones (visuales) sobre el mundo, cuyo conocimiento permite así abordar, incluso en algunos de sus aspectos no visuales. La naturaleza de esta información varía (un mapa de carreteras, una postal ilustrada, un naipe, una tarjeta bancaria, son imágenes, su valor informativo no es el mismo), pero esta función general de conocimiento se asignó muy pronto a las imágenes. Se encuentra, por ejemplo, en la inmensa mayoría de los manuscritos iluminados de la Edad Media, sea que ilustren la Eneida o el Evangelio, o bien colecciones de planchas botánicas o portulanos. Esta función se desarrolló y amplió considerablemente desde principios de la era moderna, con la aparición de géneros "documentales" como el paisaje o el retrato.
En el modo epistémico fundamenta basándose en métodos del conocimiento, pero en nuestro grupo decidimos realizar un cuestionamiento a cerca de ¿Qué sería de la imagen si el espectador no tiene un conocimiento previo o una aproximación a la misma? Acá llegamos a la conclusión que sin duda la imagen no dejaría de existir por el hecho de no conocer su significado o no saber el uso de determinados elementos dentro de un contexto, simplemente se interpretaría de una forma subjetiva, que tal vez no sea la indicada, pero en cualquiera de los casos la imagen seguirá existiendo y teniendo un significado sea o no el significado real o para lo que inicialmente a persona que creo dicha imagen o elementos pero siempre tendrá una significación bien sea desde un punto de vista objetivo o común o subjetivo.
c) El modo estético: la imagen está destinada a complacer a su espectador, a proporcionarle sensaciones específicas. Este propósito es también antiguo, aunque sea casi imposible pronunciarse sobre lo que pudo ser el sentimiento estético en épocas muy alejadas de la nuestra (¿se suponía que los bisontes de Lascaux eran bellos? ¿Tenían sólo un valor mágico?). En cualquier caso, esta función de la imagen es hoy indisociable, o casi, de la noción de arte, hasta el punto de que a menudo se confunden las dos, y que una imagen que pretenda obtener un efecto estético puede fácilmente hacerse pasar por una imagen artística (véase la publicidad, en la que llega a su colmo esta confusión).
El modo estético del arte es algo que no se puede determinar, lo determina cada persona, aca hablamos de que en el análisis de una imagen artística podemos llegar a dos grandes estadios en los cuales se determina si puede llegar a ser arte o no, pero no dejara de ser una imagen porque la estamos viendo a través de nuestro órgano vital el ojo. Acá hablamos de la satisfacción moral como primer aspecto y es en donde entra el arte como un elemento que hace que una persona sea mejor o se sienta mejor viendo algo así no le esté aportando físicamente tangible por el contrario expresa nada más que sentimientos. El otro gran estadio es la satisfacción técnica, esta la tienen todas las personas que tienen un conocimiento previo a cerca de la imagen pero que no les genera nada más que una serie de premiosas las cuales ya conocían y que moral o sentimentalmente no están aportando en la visión del espectador.
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